El Encanto de Cajamarca

Al arribar a Cajamarca, un anfitrión especializado brinda asistencia personalizada y acompaña al visitante hasta su alojamiento. La mañana queda libre para aclimatarse a la altitud.

Por la tarde, se inicia un recorrido peatonal por el centro histórico: la majestuosa Plaza de Armas, iglesias de arquitectura colonial, el simbólico Cuarto del Rescate , último refugio del Inca Atahualpa, el imponente Complejo Monumental de Belén y, para cerrar, el ascenso a la Colina de Santa Apolonia, un mirador natural desde donde se admira toda la ciudad.

Inicia la jornada con una visita a la Cooperativa Agraria Atahualpa Jerusalén, más conocida como Granja Porcón. En este espacio autosostenible se aprecia el trabajo artesanal con piedra, la reforestación de pinos y un minizoológico que resguarda especies silvestres. Por la tarde, se recorre la histórica hacienda La Colpa, famosa por el peculiar llamado personalizado de su ganado. Finalmente, se visita Llacanora, un apacible pueblo andino que conserva intactas sus costumbres y arquitectura rural.

El día comienza con una visita a Cumbemayo, conjunto arqueológico rodeado por un misterioso bosque pétreo. Se exploran los Frailones, altares tallados, canales hidráulicos preincaicos y formaciones naturales que despiertan la imaginación.
Por la tarde, el itinerario continúa hacia Otuzco, donde se encuentran las Ventanillas, un cementerio prehispánico excavado en roca volcánica. Luego se disfruta del Jardín de Hortensias y una parada en la reconocida quesería Los Alpes, en el paraje Tres Molinos, donde se puede adquirir productos lácteos artesanales.

Para quienes disponen de un día adicional, se sugiere una escapada a Namora, tierra de músicos y paisajes serenos. Se recorren los talleres de guitarras famosas a nivel nacional y la zona natural de Los Sapitos, con su singular fauna. Finalmente, se visita la laguna San Nicolás, ideal para quienes deseen pasear en bote o simplemente relajarse frente al agua. Por la tarde, queda tiempo libre para compras o caminatas en el centro histórico.

Antes de partir, se realiza una experiencia de bienestar en los legendarios Baños del Inca, donde se accede a pozas privadas con aguas termales que han sido utilizadas desde tiempos precolombinos por sus propiedades terapéuticas. Posteriormente, regreso al hotel para empacar y realizar actividades personales. Finalmente, se gestiona el traslado hacia el aeropuerto o terminal terrestre, concluyendo así esta travesía por el alma cultural de Cajamarca.